martes, 22 de junio de 2010

MODELOS y ESTRATEGIAS DE DISCIPLINA

MODELOS Y ESTRATEGIAS DE DISCIPLINA
Retornando al tema de las estrategias a aplicar para lograr el comportamiento aceptable dentro de la escuela y del aula, que a su vez dependen del modelo de disciplina que se considera adecuado, es menester aclarar que hay varios modelos de disciplina que han sido propuestos por psicólogos y profesionales de la educación a lo largo de los últimos cincuenta años, principalmente en los Estados Unidos y Australia. Entonces, para no dar la impresión que se quiere simplificar algo que está lejos de ser simple, es necesario mencionar, aunque sea muy brevemente, algunos de los modelos de disciplina en los cuales he basado las sugerencias mencionadas arriba tanto en el plan de comportamiento como en las reglas y sus consecuencias. Está claro que la filosofía de educación y de disciplina en las cuales uno fundamenta su acción o sus creencias, determinarán en gran parte el modelo de disciplina que pondrá en práctica. A la vez, el mundo real en el cual los docentes viven les enseña que el modelo que mejor funciona para él o ella es el que funciona para la mayoría de los niños, la mayor parte del tiempo y en la mayoría de las situaciones. Garantía del cien por ciento de éxito no existe porque las excepciones siempre están presentes. Ocasionalmente, aparecerán los casos de niños que no podemos ayudar como docentes en el aula y a quienes habrá que derivar a un profesional o al gabinete psicopedagógico, si hubiera en la escuela.
Por otro lado ninguna estrategia sustituirá a la docencia eficaz, estimulante y efectiva, pero sabemos que muchas veces no es suficiente y que cada niño en la clase tiene su historia y experiencia personal, a las cuales también hice referencia arriba.
Pero volviendo a los modelos de disciplina de quienes he extraído algunas de las estrategias debo mencionar a Frederic Jones y su Disciplina Positiva. Este modelo que no sería mi favorito está fundamentado en la necesidad de la coerción y el premio y sería considerado como una estrategia intervencionista. Pone énfasis en la estructura del aula o la disposición de las mesas, fijando límites y la creación de incentivos para promover actitudes responsables.
Luego está el modelo de Disciplina Decisiva de William Rogers. Está fundamentado en la necesidad de una autoridad legítima y en el docente como referente. Este modelo es considerado como una estrategia de interacción entre el docente y los alumnos. Rogers considera importante utilizar siempre un lenguaje decisivo y afirmativo para lograr las metas del buen comportamiento. Analiza la importancia de mover desde la menor hasta la mayor intervención en el caso del comportamiento inadecuado del alumno.
Finalmente el modelo de Disciplina Social de Rudolph Dreikurs también se fundamenta en la importancia que la autoridad del docente sea considerada por los alumnos como legítima y que el docente sea un referente. Su estrategia es esencialmente de interacción y aclara que los niños, como todo ser humano, necesitan sentir que pertenecen. Identifica cuatro metas indeseables que describen las razones por las cuales los niños se comportan mal y que son: buscar la atención, luchar por el poder, buscar venganza y manifestar incompetencia. También habla de consecuencias naturales y lógicas y las compara con el castigo. Además, coteja los elogios con el aliento y considera al segundo como más apropiado para promover el buen comportamiento.

1 comentario:

  1. Me gusta mucho tu artículo ya que resulta interesante poder hacer un mix en el uso de las estrategias. Rogers, y especialmente, Dreikurs ofrecen buenos planteos para el trato con adolescentes.
    El alumno adolescente se siente atraído por la figura de ese referente. Si no lo percibe de ese modo, hay indiferencia (en el mejor de los casos) o desvalorización (en distintos grados).
    Muchas gracias.

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