Éxito con su plan de comportamiento

Acá en la Argentina, hemos regresado a las clases después del receso de verano. Renovados, entusiasmados y sin duda esperanzados en relación al ejercicio de una de las profesiones más importantes y más difíciles. Como pude experimentar la semana pasada en una reunión con directivos y docentes de una escuela, no me convence que los educadores sean considerados simplemente "trabajadores de la educación", porque parece desestimar algunas de las funciones fundamentales del docente. Claro que es un trabajo, pero los que estamos o hemos estado en la profesión sabemos que tiene muchos rasgos de una vocación si es ejercido con la conciencia que merece y como se pretende con el programa de comportamiento integral. Ninguna palabra de un político o autoridad en su discurso de inauguración de clases, por elogiosa que sea, puede comprender la esencia y profundidad de la tarea de enseñar, guiar y orientar al niño y jóven para su presente y futuro compromiso como ciudadano responsable en la sociedad actual. El docente necesita de todos los medios adecuados disponibles hoy para poder cumplir con este objetivo, que no se cubren solamente con un salario digno,  una notebook o netbook y un pizarrón. Claro que la notebook es indispensable hoy en día tanto para el alumno como para el docente. Pero, lamentablemente se reduce facilmente a un gesto político de corte electoral cuando no está acompañado de otras medidas urgentes que garanticen la calidad de la educación. Pregunto: ¿cuántas escuelas debe cubrir un inspector hoy en el conurbano bonaerense, por ejemplo? Por los datos que se manejan dudo que un inspector esté en condiciones hoy no solamente de concurrir a cada escuela en su jurisdicción para cumplir con los trámites y papeles de rigor una vez al año, sino también para cumplir con su igualmente, si no más importante tarea de supervisar y orientar a los directivos y docentes. Entonces, ¿de qué calidad educativa estamos hablando? 

Permítanme repetir algo dicho anteriormente en este blog, educar para el mundo moderno igual que la implementación de un programa de comportamiento o disciplina positiva a nivel escuela, necesita mucho más que buena voluntad. También necesita de preparación,  orientación y herramientas de parte del docente, y por qué no, de los directivos también. Qué tengan un muy buen año lectivo y mucho éxito en la implementación de su plan de comportamiento.  

Preparando el plan de comportamiento escolar con los docentes del Colegio Santa Ana de Presidente Derqui, Partido de Pilar, Prov. Buenos Aires